Blogia
DEVANEOS

TEJIDOS Y CONFESIONES 6º PARTE

TEJIDOS Y CONFESIONES 6º PARTE

Caía la tarde pero aún brillaba el sol, hacía una tarde estupenda yo estaba repasando la tabla del siete con el mismo soniquete de la del dos del seis... por supuesto cantándola en voz alta como si fuese una niña de San Idelfonso. La Feli cogió el huevo de madera para zurcir calcetines y un deda; Comenzaba el ritual que me hipnotizaba: metía el huevo por el calcetín, se ponía el dedal, enhebraba la aguja  con más o menos acierto y se ponía a zurcir el agujero, los dejaba perfectos, me encantaba mirar cómo iba desapareciendo la madera del huevo puntada  tras puntada. Levantó la vista y me dijo

- ¡sigue! no te oigo cantar el siete-

yo estaba alucinada, de pronto se oyó la puerta del obrador de la carnicería de Antonio que se encontraba en el patio de luces de abajo, Pilar, su mujer, lo tenía lleno de macetas, parecía un patio andaluz, subió un maravilloso olor a morcillas recién hechas, entré corriendo avisar a mi madre y le supliqué que bajase a comprar. Bajó y subió los cuatro pisos que no separaban y nos trajo un cucurucho con tres morcillas una para cada una, recién hechas calentitas ¡que buenas estaban!. Comenzaron a sonar las campanas de la iglesia, sonaban tristes, a muerto y mi madre se fue a por su mantilla para irse a la misa. Me dejó el molinillo de moler café encima de la mesa con cuatro trocitos de pan para hacerlo rallado, era magia le dabas vueltas a la manecilla  y aparecía el pan en el cajoncito, yo en mi ingenua ignorancia pensaba que con eso se hacía el serrín para barrer. Cogimos la las lecheras (yo tenía la mía pequeña que la guardo en casa como un tesoro) y nos fuimos a la vaquería de la señora Rosario que me trataba como una adulta y me decía  ¿cuánto le pongo? y yo como no entendía de medidas le contestaba pues póngame lo de siempre, volví a casa tan contenta, salí a la galería a contemplar la torre de mi pueblo había mucho silencio, para mí esa torre era más bonita que ninguna como dice la canción de Rocío Dúrcal. La leche se nos cortó que bien mañana comeré requesón.

0 comentarios