RECETA INDELEBLE PARA NAVIDAD
Como dice el anuncio: ya me he contagiado del espíritu navideño, aquí me encuentro, buscando recetas para Navidad, me ha venido a la memoria la película de Disney esa en la que salían Flora fauna y Primavera cocinando con sus varitas mágicas, las cuales movían a su antojo y en un momento se hacía la cena, qué pena no tener una varita, pero lo que yo si tuve la suerte de tener cuando era pequeña eran tres hadas madrinas, cocinaban de maravilla, eran tres hermanas y vivían en Cariñena, se llamaban: Feli, Pilar y Salvadora, cada una tenía su especialidad pero las tres cocinaban con el mismo cariño, a fuego lento, con buena conversación y con un merecido reposo una vez terminado el plato, al cual por cierto si le intentabas meter mano te llevabas un buen manotazo, suave pero convincente.
El sabor no solo proviene del gusto sino también de los recuerdos, hay gente que odia ciertas comidas porque las asocian a malos momentos y por el contrario a otras les producen placer porque les evocan situaciones felices.
Cada una de mis hadas tenía un plato estrella, en Navidad eran las almendras garrapiñadas, la leche frita y el turrón de guirlache con anisetes y en mi mesa para noche buena no pueden faltar porque entre otras cosas me producen consuelo, a Isabel Allende le daba consuelo emocional el arroz con leche, cuando su hija Paula estaba enferma llegó a comerse cinco tazones de golpe.
¿No os pasa que hay comidas que os reconfortan?, a mi la sopa de ‘’fidedos’’ de mi madre me curaba todas las penas, esos anclajes los tenemos todos a poco que nos paramos a pensar, ¿cuál es el tuyo?
En esa época todo se hacía ‘’con’’ calma, ‘’con’’ cariño, ‘’con’’ dulzura, ‘’con’’ licor, ‘’con’’ caramelo, sin embargo ahora todo es con prisas: ‘’sin alcohol’’, ‘’sin azúcar’’, ‘’sin lactosa’’, ‘’sin sal’’, vamos, sin gracia, un sinsabor tras otro.
Mi padre decía que los menús había que planificarlos como un tango, de entrante algo suave, subiendo con un plato con más fuerza y terminando con dulzura.
Volviendo al tema de mi receta navideña os voy a proponer una indeleble:
- Entrantes: Sonrisas amables, abrazos sinceros, halagos a la decoración de la mesa.
- Plato fuerte: Una buena conversación, para que no se corte la salsa, mejor hablar de viajes, logros, retos alcanzados, anécdotas curiosas, y nada de política, futbol, dietas, enfermedades o fracasos.
- Postre: Homenaje a las abuelas, tías, madres y hadas, cerrando los ojos y saboreando con el paladar y el corazón.
Para finalizar un brindis: por la salud de todos, la amistad verdadera, porque a los familiares y amigos que se van jubilando no les falten aficiones y que a nuestros hijos sobre todo no les falte el amor, la felicidad, el trabajo y la buena voluntad.
Buen provecho y feliz Navidad.
Carmen Castán.
2 comentarios
Chistes Para Niños -
Alicia -
Entrañable, cercano y lleno de emoción.